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TRADICIÓN Y FUTURO

El comercio de Maite Navarro, en Benimaclet, y la frutería de Alicia García, en el Mercado de Ruzafa, son negocios familiares que han pasado de generación en generación. Ahora su continuidad es una incógnita.

 

Para Alicia y Maite, las condiciones que imponen estos empresarios ejercen una presión bajista sobre los precios, con los que no pueden competir. A no ser que rebajen sus niveles de calidad, una línea roja que no están dispuestas a cruzar. Ambas piden a la administración más controles para verificar si pagan impuestos y si cumplen las normas sanitarias del Ayuntamiento de Valencia.

 

Maite Navarro, propietaria de Javi Ultramarinos en su negocio. Fuente: Eukene Oquendo

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